Torla, paraíso natural en Huesca

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, punto de encuentro de aves, flores e insectos, de personas curiosas con ansias de aire puro, de libertad, de sol y de viento… Atrapa, envuelve y llena… y de repente no hay nada más, solo esa magia que tiene aquello que no ha tocado el hombre…

 

Entre jaulas de agua y cristal

Adoro la naturaleza en todas sus formas, incluso en la forma humana, y es por eso que lamento lo que vi y sentí al visitar el acuario. Es cierto que de otra manera no habría podido ver ni fotografiar y, por lo tanto, no habría podido enseñar ninguna de estas especies de animales, pero me imagino atrapada en un espacio así y no puedo evitar sentir melancolía y angustia. No está en mi mano cambiarlo, al menos por el momento, pero si mostrarlo…

Un conjunto de preciosos animales a través de cristales rallados por la impaciencia, sin derecho a la intimidad, sin posibilidad de avanzar si uno es osado y, si no lo es, sin posibilidad siquiera de dejarse llevar por la corriente…

Amor salvaje. La dignidad de un pueblo se mide por su amor a los animales.

Difícil explicar a quien no tiene animales, a quien no ha abierto sus puertas a un amor natural y puro, sin intereses, sin engaños, sin esa complejidad humana que dispersa lo importante… La fidelidad, la compañía, la dulzura y el cariño. Todo en un animal, todo calma, todo instinto. Enredan, juegan, te despiertan, arañan y rompen, sí, pero cada muesca que dejan en un mueble, la llenan… Y de repente tu casa ya no tiene vacíos, y tu alma se llena de forma animal, como bien sabe nuestro instinto, porque al final lo más humano es que todos y todas somos animales…

La Cuniacha